El reino de la belleza

Son las primeras nieves...

Cuando la luz es tan intensa que ciega tus ojos, cuando a tu alrededor todo es blancura y silencio, cuando miras y lo que ves es tan hermoso que no hay palabras para definir la esencia, cuando ya no puedes hacer otra cosa más que cerrar tus ojos, escuchar el movimiento de los rebecos, sentir sin mirar, integrar el roce caliente del sol en tu cara, y agradecer.... profundamente... el milagro de estar viva....en este escenario inmenso... de belleza indescriptible...

Una vez más se repite el ciclo de las nieves, el invierno, la pureza del azul en las montañas, el sonido del viento del norte... y los brillos y rebrillos sobre la piel blanca y luminosa de la tierra nevada...

Una vez más mi cuerpo tirita de frío y emoción, porque estamos aquí de nuevo, protagonistas de esta hermosa historia de amor...

Deseo, con todas mis fuerzas, que desde este lugar inmenso, mágico y exquisito, todo el poder de mi corazón, de mi mente y de mi espíritu, viaje por encima de nuestras cabezas, en un bucle espiral y gigantesco, abrazando a las montañas, a los bosques, al planeta... y especialmente a ti...

Y que estés donde estés, amigo del alma, te llegue mi aliento como una visión diamantina y fugaz...

Y que en tu reino de belleza, el mismo que ocupas en el cielo, tú hermana del alma, recibas el mensaje de los seres terrestres que, aún navegando en la tierra percibimos la presencia del infinito...

Y que a cada ser, mineral, nube u océano, le toque mi suspiro, y que cada uno vibre en la frecuencia amorosa del eterno presente...

Esta es la gratitud profunda del corazón enamorado, que viaja más allá del tiempo en la dirección de donde nace el Sol.

Gracias.